La industria está avanzando por el inevitable camino de la ecología. Ya sea por voluntad propia o por la demanda del mercado, los envases y empaques están tendiendo a ser creados bajo medidas de seguridad relacionadas con el cuidado del medio ambiente.
En líneas generales, el packaging ecológico debe cumplir con los siguientes ítems:
· No deben dañar de ninguna manera el medio ambiente.
· Deben ser reciclables o reutilizables.
· Deben permitir la conservación de la calidad del producto, desde su origen, hasta el consumidor final.
· No deben dejar de ser económicos.
· Deben respetar normas internacionales.
Los metales
Las latas son los envases que más se están reciclando en la actualidad. En la re fusión y fabricación de nueva materia prima, el metal se puede volver a convertir en productos idénticos, con las mismas propiedades. Este proceso se puede repetir indefinidamente y el 100% del material puede ser reciclado.
Una ventaja del reciclado de latas es que en el proceso no hay que eliminar otro tipo de materiales, ya que suelen estar compuestas íntegramente de aluminio. Además, su transporte es muy accesible, puesto que se achatan con facilidad.
La producción de envases metálicos también se ha sumado a la moda ecológica reduciendo significativamente de de energía.
El papel y el cartón
Las empresas productoras de alimentos están prefiriendo el uso de cartón para envasar productos como la leche, el jugo, conservas de frutas y de verduras, etc. porque además de prácticos y efectivos, cuando se reciclan hacen un gran aporte al medio ambiente. Ya se ha evidenciado que con una tonelada de cartón usado que se procesa se ahorran 50 mil litros de agua y 140 litros petróleo. Además se preservan 15 árboles.
Otra forma de colaborar con el medioambiente es respetando los ciclos naturales de la tierra. Por ejemplo Tetra Pak, que consume 1.400 kilómetros de papel al día sólo en la península Ibérica, se abastece de su materia prima en los bosques nórdicos o del Amazonas, conocidos como bosques infinitos. “Los árboles mueren a los 100 o 120 años, por lo que recién son talados al final de su vida para sacar papel, respetando su presencia en el medioambiente”, indican en la empresa.
Los plásticos
El plástico, además de poder reciclarse, puede reutilizarse o convertirse en una fuente de energía más alta que el carbón. Especialmente el PET presenta una demanda creciente en todo el mundo: Europa utiliza anualmente 450 millones de toneladas de PET, casi 300 toneladas en envases.
El reciclado de los envases de PET se consigue por dos métodos:
- El método mecánico consta de una primera instancia donde se lo clasifica, se lo lava y se retiran las etiquetas, se tritura, se separan sus partículas y finalmente se lo vuelve a lavar, se lo seca y se almacena la escama. En la segunda fase, esta escama de gran pureza se grancea; se seca, se incrementa su viscosidad y se cristaliza, quedando apta para su transformación en nuevos elementos de PET.
- El reciclado químico se realiza a través de los procesos de metanólisis y de glicólisis a escala industrial. Básicamente, en ambos, tras procesos mecánicos de limpieza y lavado, el PET se deshace o depolimeriza; se separan las moléculas que lo componen para, posteriormente, ser empleadas de nuevo en la fabricación de PET.
Si no se tira, mejor
Pero la realidad es que el embalaje que menos contamina es el que no se tira, o al menos permite ser usado más de una vez. Esto tuvo en cuenta el estudio inglés The Partners al incorporarle al envase de miel Stanley Honey una leyenda que invita al consumidor a darle un nuevo uso al tarro vacío: plantar flores para que las abejas urbanas sigan haciendo miel.
También pensó en esa premisa la firma Anya Hindmark. En 2007 lanzó al mercado un bolso para hacer compras con la frase “I’m not a plastic bag” (No soy una bolsa de plástico). Y Coca Cola está invitando a los consumidores a comprar la bebida en envase retornable, que además, es más económico.
En Argentina, la consultora El viaje de Odiseo se asoció a la cooperativa La Alameda y al grupo de arte callejero Run Dont walk para confeccionar una bolsa de tela que tiene la inscripción “No uso bolsas plásticas”, que además de reutilizable se enmarca dentro de las normas del comercio justo.
“Desde que lanzamos la campaña “No uso bolsas plásticas” a principio de este año (2008), recibimos más de 10.000 visitas en el sitio, más de 800 personas se sumaron a la causa en Facebook, recibimos más de 1000 mails y más de 500 personas ya tienen su bolsa”, destacan los responsables de la consultora en su sitio web.
Marketing y comunicación
Además de ser más sano para el planeta, el packaging ecológico es una herramienta de comunicación y contacto con los consumidores efectiva, a pesar de que su aplicación se está volviendo habitual. La gente está comprando cada vez más responsablemente y se le reclama a las empresas que produzcan pensando en el medioambiente. Eco de los andes interpretó esto hace unos meses cuando lanzó la campaña donde anunciaba que había reducido el material PET de sus envases en un 15%.
Además, el desafío de utilizar materiales reciclados agudiza la creatividad de los diseñadores de empaques. Los envases que surjan a partir de la premisa ecológica generarán una nueva atracción para los consumidores, lo que se volcará en una mejor performance de ventas.
Es inevitable, el futuro del packaging está íntimamente ligado a las técnicas y procesos relacionados con el cuidado del medioambiente. Informarse y aplicarlos a tiempo se hace cada día más urgente.
Articulo de Enfasis Packaging Online
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