1. Busca buenos clientes. Aquellos que pagan.
Buenos proyectos vendrán de buenos clientes. Buenos clientes
son aquellos que aprecian lo que haces y si, apreciar quiere decir pagar lo que
uno se merece. Puede ser que el buen cliente seas tu mismo y que tu futuro
esté en crear tus propias obras (publicar tus propios libros o crear tus
propios productos para vender al público). Por otro lado, puede ser que te guste trabajar para otros y
que dependas de buenos clientes para hacer buenos proyectos. Existe la teoría
que dice que es posible educar a un cliente. Es posible, pero ese no es tu
trabajo. Eso es trabajo del mercado. El mercado le dirá a tus clientes si
aciertan o se equivocan. Si se equivocan, aprenderán la lección y vendrán a ti
con la lección aprendida.Lo que si es tu trabajo es hablar de forma concisa a los
clientes y mostrarles tu punto de vista de forma clara. Si tienes un punto de
vista claro y lo comunicas, atraerás a clientes afines a tus ideas.
2. Ideas, ideas, ideas. Cobra por tus ideas, por el valor añadido, no por la ejecución.
El valor añadido es lo único que te puede salvar. También
puedes vender ejecución, pero ese sector es más complicado y la India o China
están a la vuelta de la esquina. Vende el valor añadido de las ideas. El buen diseño no es color, no es forma, no es composición.
El buen diseño son buenas ideas. Ideas que ayudan, ideas que ayudan a entender,
ideas que entendidas ayudan a crecer, desarrollar, decidir.
3. El buen diseño empieza en el buen contenido. Deberás escribir.
Para diseñar bien necesitas buen contenido. Esto lo sabes
tu, no tu cliente. Tendrás que reescribir o escribir de cero el contenido para
que tu proyecto quede bien. Redactar titulares que se ajusten a tu diseño, destacados,
cifras, crear gráficas, etc… deberás ajustar el contenido del cliente a tu
diseño para que todo quede como esperas. Es casi imposible hacer buen diseño sin un buen fundamento.
Ese fundamento suele ser contenido. Puede ser que el contenido sea “fotos”,
“texto” o una “necesidad”. Si la necesidad que cubre el diseño es floja o con
poco sentido, tu diseño también lo será.
4. El buen diseño es eterno.
Las tendencias no te llevarán lejos. Aspira a crear un
diseño eterno. Ayuda a que tu cliente tenga soluciones duraderas. Construye un
futuro sostenible basado en proyectos duraderos que te permitan ir sumando
elementos a tu proyecto. Si te subes a las tendencias, tu proyecto estará construido
de piezas que tendrás que ir reemplazando cada temporada.
5. El buen diseño es para todos.
Esto no quiere decir que tengas que hacer cosas mediocres.
Pero el buen diseño (puede ser duro, blando, emotivo o seco…) ha de ser capaz
de llegar a todos. Lo que no tiene sentido es hacer algo que sólo se va a
entender dentro de un contexto. Uno nunca sabe hasta donde van a llegar sus piezas de
diseño. Puede ser que el contexto para cuando te quieras dar cuenta, haya
desaparecido. Piensa en diseñar basándote en buenas ideas y en resolver
problemas. Eso hará que las soluciones lleguen a todos.
6. Debe ser un maestro técnicamente aunque no ejecutes.
Trabajar con imprentas puede ser un infierno si no controlas
el proceso. Lo mismo pasa con los diseñadores que desconocen el mundo digital. Debes dominar todos los procesos, para preservar la
integridad de tus ideas. Los mejores diseñadores que conocí, han sido maestros
técnicamente. Lo sabían todo técnicamente (aunque no tocaran las teclas). Es muy importante saber todo sobre técnicas, herramientas,
proveedores, resultados, probar diferentes métodos. Si no dominas la técnica
puede ser que tus ideas no lleguen a ser ejecutadas como se debería y la culpa
será tuya. Construir castillos en el aire requiere saber como se construyen. De
lo contrario se pueden quedar sólo en bonitas ideas.
7. Comparte tus ideas.
No tengas miedo de decir lo que piensas. No tengas miedo de
que alguien te copie. Es más fácil acabar haciendo una mala idea que no hacer una
buena por miedo a compartirla. No tengas miedo a compartir las tuyas. Puede ser que se de
el caso de que alguien te las robe. Será raro, pero si se da y lo puedes
demostrar, demanda.
8. El buen diseño es aquel que se paga.
Cobra y cobra bien por tu trabajo. El diseño es un trabajo
que hace visible las ideas, servicios, productos. No creas que es efímero. El
diseño hoy en día es la capa que “habla” entre las empresas, organismos,
individuos y la sociedad. Haz el ejercicio de salir a la calle y quitar la capa de
diseño de tu vista. ¿Qué queda? Procura consultar salarios, tarifas y cobra lo que sea
necesario. Evita trabajar gratis para tus clientes. Tus ideas, valen su precio.
Antes de empezar a diseñar, acuerda un precio. Una vez aprobado, ponte a
trabajar.
9. No trabajes para / con mis amigos si hay dinero de por medio.
Te ahorrarás muchos problemas. Lo mejor es trabajar con los amigos de forma gratuita. Entre
colegas. Pero delimita claramente el tiempo y el trabajo. Si hay dinero de por medio, evita el trabajar con amigos.
Ellos se tomarán el trabajo como un favor y no sabrán apreciarlo.
10. Copia de los buenos.
Uno aprende a tocar el piano interpretando obras de otros
maestros. Haciendo estos ejercicios uno se da cuenta de la dificultad que tiene
la obra, de sus secretos, de porque las cosas están hechas de una forma y no de
otra. Luego, cuando uno alcanza cierta maestría puede lanzarse a
interpretar sus propias obras.
Fuente Alzado